Uno de los rasgos característicos de un diseñador es que nunca puede parar de pensar en nuevas ideas, nuevos proyectos o nuevas funcionalidades, muchas veces ligadas a las vivencias y experiencias que se ofrecen en las diferentes etapas de la vida. Así surgió la idea de este proyecto personal, durante la crianza de mis hijos. La necesidad y falta de comodidad a la hora de llevar las meriendas fueron el punto inicial de creación del bolso bandeja 🙂 , no era un nombre comercial al comienzo, era una idea. Posteriormente he de decir que se existen en la actualidad una gran variedad de modelos así en el mercado, pero en su momento no existía.
La idea era crear un bolso que pudiera tener ordenada la merienda y que permitiera que mientras algunos niños ya mayores pudieran tomar ellos por su cuenta la fruta el yogur o lo que fuera, yo tubiera las manos libres para para poder atender a otro niños más pequeños y al mismo tiempo tener la merienda accesible. Era importante para ello una base fija. Sin embargo era importante también que el bolso en sí pudiera lavarse, y mucho! ya que lo normal era que se manchara con la merienda o con las sobras que… dónde las dejas?
Partiendo de esas premisas y con el fin de solucionar esos obstáculos diseñé el bolso que me premitiría tener la merienda accesible, que fuera lavable y que se pudiera mantener abierto o cerrado según el momento. Por supuesto también era importante que visualmente fuera agradable, la experiencia en general debería ser la de disfrutar del momento loco de las meriendas.
Busqué telas infantiles, bordé un logo con el diseño de la marca y encargué que me cosieran el bolso según el diseño bocetado, con las medidas establecidas según un envase que haría de bandeja del bolso, y que sería lavable también.
He de decir que las limitaciones económicas no me permitieron producir el bolso y comercializarlo, pero fue una experiencia muy interesante y con la que disfruté y aprendí mucho. Las fotografías son de © Juan Luque.